El artista checo pasó a ser el mayor representante del Art Nouveau, también llamado arte nuevo o modernismo, el cual se caracterizaba por recurrir a líneas sinuosas y composiciones asimétricas. Este estilo buscó desligarse del simbolismo porque buscaba una autenticidad y es considerado el primer movimiento que se desliga casi totalmente de imitar los estilos anteriores. Los motivos más frecuentes del Art Nouveau eran flores, hojas y la figura femenina. Se aplicó al diseño de interiores, joyas, forja, vidrio, cerámica, telas y, sobre todo, a la ilustración.
Luego, la actriz de teatro y cine francesa Sarah Bernhard también quedó impresionada por su trabajo, luego de ver el resultado de su cartel para la obra “Gismonda”, y firmó con Mucha un contrato de seis años para realizar los carteles de sus obras.
Esto último llevó tanto al artista como a la actriz a adquirir fama internacional.
Mucha intentó, luego de unos años, distanciarse de su arte porque se sentía atormentado por la idea de que sus obras poseían un fin netamente comercial, pues él consideraba que el arte debía transmitir un mensaje espiritual.
Finalmente, Alfons Mucha no logra recuperarse del trauma de haber sido detenido e interrogado por los nazis, luego de que estos invadieran Checoslovaquia, y muere en su país el 14 de julio de 1939.