Métodos para comprender los grandes fenómenos que solemos vivir en la sociedad existen muchos. El Siglo XX se convirtió en un período clave para el desarrollo de las teorías más importantes de la comunicación masiva a raíz de grandes acontecimientos culturales como las dos revoluciones industriales, guerras mundiales y la llegada de los medios audiovisuales como el cine, la radio, la televisión y social media. Grandes aportes surgen de los teóricos Harold Lasswell y Charles Wright en relación con los análisis de la comunicación masiva, en este caso partiendo de la teoría sociológica del funcionalismo. Específicamente Wright es quien más énfasis hizo con estas comparaciones, incluso mezclando otras posturas como punto de referencia empírica como lo es el positivismo. El funcionalismo sostiene que un sistema social puede concebirse como un sistema de partes interconectadas repetitivas y estandarizadas. Esto último es de enorme importancia resaltar puesto que se convierte en la tesis principal de cómo Wright define la comunicación masiva en toda sociedad. Funcionalmente, todo sistema ha de regirse a través de un orden, promoviendo al control e importancia que tienen las instituciones dentro de cualquier sociedad. Al mismo tiempo cita que el bienestar de ella dependerá del mismo bienestar de las instituciones que la conforman, es decir, si éstas comienzan a perecer, la sociedad perecerá junto con ella, con esto podemos hacernos una idea de cómo muchas sociedades pasan por ciertas calamidades. Según Wright y el análisis funcional, las sociedades siempre van a ser las mismas solo que van a cambiar las personas e instituciones que la conforman, no obstante, esto no va a ser ningún impedimento para continuar estudiando los sistemas y procesos de comunicación en ella puesto que quizás cambien los medios, pero los efectos y resultados serán los mismos. Esto dependerá mucho del método empírico, es decir, debe ser repetitiva y constantes para ser comprobable. Puntos negativos principales que puede tener el análisis funcional es que se ignora a la persona como persona. El funcionalismo no habla del bien común sino del equilibrio del sistema: si debe haber gente pisoteada, la habrá por el buen funcionamiento equilibrado. La sociedad en cuanto a su comunicación en masa se organizará en tres grupos: diplomáticos, los medios en sí (periodistas, locutores, comunicadores) y la familia. Estos serán los encargados de mantener la herencia social a través de la conservación y repartición de la información a través del proceso de socialización más que todo. Esta vendría siendo la función de la comunicación en las sociedades según el análisis funcional de Charles Wright. Por: Jesús Alfonso Hernández Herrera
|
CATEGORÍAS
Todos
Archivos
Septiembre 2020
|