Para algunas personas, al momento de corregir algún texto, siempre surgen dudas, pues el autor del texto puede molestarse porque esas correcciones no sean ortográficas, sino de estilo. Es por ello que tanto el autor como quienes ofrecen servicios editoriales deben diferenciar en qué consiste la corrección de estilo, de la corrección ortográfica. Pero, para no confundirnos, explicaremos de qué trata cada una. Así que tengamos en cuenta que la corrección ortográfica corrige la ortografía, la gramática y unifica el texto, en otras palabras, esto se refiere a detectar y corregir errores ortográficos que tenga el manuscrito así como el uso de tildes, mayúsculas, abreviaturas, escritura de cifras, entre otros. Para tener una buena ortografía es necesario leer, memorizar algunas reglas gramaticales, realizar dictados, buscar en el diccionario las palabras que no sabes escribir o que te generen alguna duda, utilizar sinónimos en caso de no tener un diccionario y no saber cómo escribir una palabra, entre otros. Considera que es importante escribir correctamente, pues esto causa buena impresión a los lectores. Por su parte, la corrección de estilo dota al texto de la riqueza, precisión y expresividad para obtener una redacción clara y correcta que permita una lectura lo más fluida posible, es decir, elimina repeticiones, redundancias y cacofonías, para obtener una mayor riqueza expresiva; reformula oraciones confusas o erróneas en un lenguaje claro y estructurado, con el fin de contribuir a un estilo homogéneo; así como todo aquello que contribuya a embellecer y armonizar el texto. Y es que, la corrección de estilo es un oficio que surgió con la aparición de la imprenta, por eso es que un buen corrector de estilo debe tener en cuenta cuáles son los pasos implicados en la planificación, elaboración y revisión final de un texto, pues el estilo es un aspecto fundamental para un texto, y para conseguirlo es necesario tres principios básicos: claridad, naturalidad y propiedad. Para alcanzar la claridad es necesaria la elección de palabras apropiadas y exactas; mientras que la naturalidad de estilo se alcanza escribiendo sobre lo que se tenga conocimiento y que interese al lector; y la propiedad se alcanza utilizando palabras que no expresen una idea distinta de la que se quiere comunicar. Se debe tener en cuenta que, aunque hoy existen programas que corrigen la ortografía, todavía no existe algún programa capaz de controlar el estilo y significado de un texto, es por ello que la persona que decide convertirse en corrector debe comunicar sus reglas de trabajo para mantener una buena relación con las personas a quienes les brinda sus servicios profesionales. Así que antes de enviar un texto a una casa editorial, se recomienda revisarlo y, releerlo al día siguiente o el tiempo que consideres necesario, es decir, dejarlo reposar, debido a que siempre tendrás que corregir, modificar o eliminar algo del manuscrito realizado. Y aunque la corrección ortográfica y la corrección de estilo poseen algunas diferencias, son complementarias. Y como dicen los expertos: “una corrección ortográfica es obligatoria y una de estilo conveniente”. Puedes conseguir más información al respecto en http://www.tregolam.com/ Post patrocinado
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