![]()
El cinismo comenzó como un movimiento filosófico en la edad clásica. Los cínicos rechazaban todo tipo de convicciones, despreciaban los bienes materiales, los placeres, las pasiones, las normas sociales y los lazos nacionales.
Los cínicos veían a las costumbres, las creencias religiosas, las leyes y la civilización como algo artificial y fuera de la naturaleza. Valoraban más una vida salvaje que otra sometida a las reglas del rebaño, una vida sencilla que otra refinada y alienante, también sostenían que la felicidad solo podía lograrse por la independencia y consideraban despreciables a aquellos que inútilmente la buscaban en el placer y las riquezas.
Hacían deliberadamente lo que los demás se guardaban de hacer por pudor o costumbre, reafirmando así su independencia. A pesar de que su doctrina era anti-intelectual, igual llamaban sabio al hombre virtuoso. Actualmente, se tienen distintas concepciones de lo que es el cinismo, la más común es la que consiste en la actitud de una persona que miente con descaro y defiende de forma descarada, impúdica y deshonesta algo que merece general desaprobación. Esta última definición al ser la más comúnmente usada hoy en día y la más generalizada, preocupa desde un plano general. Esto implica una descomposición social sistemática, no por el hecho de desconocer el origen real de la corriente de pensamiento, sino por el acostumbrarse a la mentira sin ningún tipo de remordimiento. Lo que es conocido hoy como cinismo ha logrado penetrar en la humanidad y ha logrado acceder y tomar acciones en áreas como la religión, el patriotismo, el progreso, la belleza y la verdad. Una recomendación que se puede hacer para evitar caer en las malas actitudes del cinismo como es concebido hoy, es intentar ser lo más auténtico posible en todos los aspectos de la vida.
Por: Sandra Ramírez Párima
|
CATEGORÍAS
Todos
Archivos
Septiembre 2020
|