El mismo estudio reveló que antes de cualquier examen es esencial haber dormido bien; especialmente en aquellos que requieren algún tipo de esfuerzo creativo con los conocimientos adquiridos en los días anteriores.
Sino duermes estarás cansado en la mañana y puede que no recuerdes nada de lo estudiado. Además tendrás menos capacidad de reflejos, agotamiento visual, falta de concentración, desgano, tu piel muestra mayores signos de envejecimiento, entre otros.
Así que antes de alguna evaluación trata de descansar al menos unas pocas horas antes de presentarte al examen. Esto permitirá a que te sientas más despierto y a que fijes mejor los conocimientos.
También es importante que te alimentes sanamente y que practiques ejercicios, debido a que te sentirás mejor emocional y físicamente, te levantarás con más fuerzas cada día, mejoras tu capacidad de concentración y aumenta tu capacidad cerebral.
Por: Natalia Zambrano Boulanger