Seguro has escuchado mucho el término últimamente. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se encarga de mencionarlas cada vez que puede, y siempre tenemos un familiar desinformado que las comparte. Son las fake news o noticias falsas. Las fake news no son necesariamente falsas, pero sí son un tipo de periodismo amarillista que apela a la desinformación o mentiras que se comparten a través de medios de comunicación tradicionales o redes sociales. Su intención es desviar la atención de otros temas o del propio tema desproporcionando el contenido de la noticia generalmente en el título o ser utilizadas como propaganda. Los títulos son llamativos, exagerados y sensacionalistas. Con más y más personas obteniendo información por las redes sociales, el engaño se hace fácil y evidente. No debemos confundir la sátira o las parodias con estas noticias falsas. No es nuevo este concepto, pero ahora las noticias se presentan en una manera tan similar a las reales que a veces es complicado separar la verdad de la ficción. Claro que somos privilegiados por compartir información a una velocidad que jamás se hubiese soñado en toda la historia de la humanidad, pero se ha generado un proceso que se basa en “compartir primero - leer después” que contribuye a la mala información de nuestra sociedad. Según Forbes, la revista de negocios, las fake news son necesarias y todos los portales de noticias deberían recurrir a ellas. El argumento es que los publicadores legítimos de noticias deben agregar estos titulares esporádicamente a sus agendas, ya que las personas pueden diferenciar qué es importante y qué no, como consecuencia, subirían los clicks de estas agencias legítimas y disminuirían los sitios web que se dedican a esto junto con su valor monetario, ya que la gente tendría fuentes conocidas. Sin embargo, la amenaza hacia empresas y personajes públicos es latente. Los sitios que se dedican a estas noticias falsas podrían generar un ataque de las mismas dirigidas hacia sus “enemigos” del mundo real, desprestigiando a la persona u organización y generando pérdidas monetarias enormes. Existen actualmente guías de cómo separar las noticias falsas de las reales, y no contribuir a la propagación de estos titulares no verificables. Nuestra recomendación es que busquemos instruir y corregir a aquellos que comparten fake news. Incluso, si ves que se hace muy complicado disuadirlos de esta práctica, crea tú un boletín de noticias reales que puedas compartir todos los días con familiares y amigos. Por: Amanda García Yanes
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Septiembre 2020
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