Después de 4 años de ausencia dentro de la industria musical, la cantante neozelandesa Lorde, sorprende en este 2017 a todos sus fanáticos con una propuesta discográfica fresca y diferente llamada “Melodrama”, que marca una evolución sonora y estética notable. A sus 16 años la joven Ella Marija Lani Yelich-O'Connor sacudió la escena musical mundial bajo su nombre artístico “Lorde” con su primer trabajo discográfico llamado “Pure Heroine”; una oda a los problemas adolescentes característicos, pero con un enfoque único que la hizo destacar por sobre los artistas pop juveniles que dominaban las carteleras musicales en ese entonces.
En ese primer álbum se dan lugar grandes éxitos populares como “Royals”, que se convirtió en un himno entre los jóvenes con vidas sencillas alrededor del mundo; “Team”, que con su estética minimalista conquistó a todos y “Tennis Court” revelando lo buena que puede llegar a ser la lírica de una canción pop moderna. Luego se hizo el silencio, y la cantante solo participó durante esos 4 años (antes de que saliera Melodrama) en una colaboración con el dúo de música electrónica Disclosure, para crear el sencillo “Magnets” en el 2015; que sin proponérselo ya le mostraba al público la nueva faceta musical de la artista, que buscaba experimentar con sonidos más bailables y letras más oscuras. Todo este proceso creativo y experiencias dieron lugar a uno de los mejores discos de este año, una propuesta que sigue siendo pop, pero enriquecido; lejos de las letras o sonidos convencionales, para explorar mejor lo versátil y rico que puede llegar a ser este género musical. Con 11 canciones que llevan, a quienes las escuchan, a un viaje por las emociones de la artista pasando por sonidos más eufóricos, hasta llegar a letras más sórdidas y profundas; Lorde logra en Melodrama lo que pocos creían, alejarse del estilo que la popularizó. Si bien su estética minimalista, con sonidos electrónicos, le agrega un aire atemporal a su música, con esta nueva producción la cantante se arriesgó a explorar diferentes conceptos para mezclarlos y alcanzar un resultado sublime. El disco abre con “Green Light” para conseguir establecer sin rodeos el concepto del álbum. En esta canción Lorde sale de su elemento, combinando unas letras que hablan sobre una decepción amorosa, para unirlas con un sonido frenético logrando el contraste perfecto. Las dos canciones que le siguen son “Sober” y “Homemade Dynamite”, que desarrollan por separado las características de la primera canción; Sober apela por un sonido más neutro para centrar la atención en la lírica, mientras de Homemade Dynamite sigue explorando los ritmos fiesteros ingeniosamente elaborados. La montaña rusa de emociones consigue con “The Louvre” y “Liability” estimular la melancolía en los oyentes; siendo, en mi opinión, las dos joyas de la corona dentro de esta producción discográfica. “Hard Feelings/Loveless” y “Sober II (Melodrama)”, continúan explorando esas sensaciones durante el disco; ambas canciones destacan por su poder lírico, donde Lorde se muestra más madura y dispuesta a verter su alma en las letras. El Melodrama termina con “Writer In The Dark”, “Supercut” y “Liability (Reprise)” donde Lorde explota al máximo su creatividad. En Writer In The Dark la cantante se apodera de nuevo del piano para expresar sin adornos todos los sentimientos que contiene la letra, logrando unos coros extraordinarios. Supercut por su parte recupera el estilo minimalista de antaño para no decepcionar a sus fans, hablando en la letra de sentimientos de añoranza. Para finalizar con Liability (Reprise), una que canción que por lo general creo que sobra; intenta banalizar demasiado con un sonido electrónico el fantástico poder lírico de la versión original, que es en mi opinión la mejor canción de Melodrama. Por: José Gregorio Morales Ramos IG-Tw: @JoseCatireFilho |
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Abril 2021
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