Empecemos primero por mencionar aquellas acciones que realiza el gobernante populista. El líder populista de izquierda, según Enrique Krauze (2005), busca la transformación del Estado “en una colonia experimental del ‘nuevo socialismo’”. De allí entonces que se pueda mencionar que el chavismo otorgó una suerte de conferencias con respecto al Populismo Moderno. Max Weber menciona al hombre carismático como aquel al que se sigue por creencia en sus habilidades supremas, más allá de algún motivo racional. Utilizando los medios de comunicación hacen llegar un mensaje a la sociedad en el que expresaba su diferencia a los políticos, y que sería él quién solucionaría las penurias que vivía la sociedad. Cuando Krauze hace mención de que el populista utiliza la palabra para transportar el carisma, además de comunicarse de manera constante con el pueblo, “los populistas abominan la libertad de expresión. Confunden la crítica con la enemistad militante, por eso buscan desprestigiarla”. Porque el populista, además de todo, busca fabricar verdades, modificar la historia, manipularla con el fin de que esta pueda encajar con su discurso plagado de retórica. Sin embargo, el populismo como principal característica promueve la lucha entre clases, etnias y sociedades. En el caso de la izquierda, promueven que es la derecha quienes son los causantes de las desgracias que viven, mientras que la derecha expresa que la izquierda no permite el desarrollo con la guerrilla y demás acciones que consideran belicosas. Entonces, es importante mencionar que el populismo requiere de un enemigo exterior, usualmente, para persuadir al pueblo que los males sufridos son responsabilidad de un gran antagonista. Por ende cuándo Enrique Krauze (2005) hace mención a que el peligro del populismo es su carencia de esencia constante, lo que permite que no pueda ser catalogado como netamente totalitario o dictatorial, por ende es entendible que sirva para persuadir a la sociedad de que existe un camino rápido para un futuro próspero, disfrazando sus consecuencias. De allí que una solución viable sea erradicar la mentalidad de cortoplazo perenne en el venezolano, como comenta Ramón Guillermo Aveledo (2007), dejar de cazar las vías más fáciles para los objetivos, y empezar a perseverar en los mismos. Por: Lic. Sebastián Peláez Freites
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Septiembre 2020
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