Es una expresión que se acuñó en 1952 y que se refiere originalmente a los Estados poscoloniales que surgieron después de la segunda guerra mundial, junto con gran parte de América Latina. Bajo ese contexto, estos países se agruparon en una organización que buscaba conservar su posición neutral y no aliarse a ninguna de las superpotencias enfrentadas en la Guerra Fría, dicha organización fue llamada MNOAL (Movimiento de Países No Alineados). Sin embargo, dicha expresión es mayormente reconocida por ser usada para referirse despectivamente a países pobres y en vías de desarrollo. La razón histórica de este uso para el término se debe principalmente a los factores demográficos, políticos y económicos de dichas regiones. La descolonización y las revoluciones de esta época transformaron drásticamente el mapa político del globo, en conjunto constituían una gran presión demográfica para las nuevas naciones, los índices básicos de natalidad aumentaron, y los índices de mortalidad que antes frenaban el crecimiento, cayeron en picada a partir de los años 40 gracias a la nueva tecnología. Esta explosión demográfica en los países pobres del mundo es el cambio más fundamental del siglo XX. En este aspecto, algunos especialistas esperan que el Tercer Mundo pase por una transición demográfica para equilibrar su población, esto implica dejar de tener más de uno o dos hijos. En cuanto a su organización política, lo más común era que adoptasen sistemas políticos derivados de los sistemas de sus amos imperiales o conquistadores. El mundo estaba cada vez más lleno de intentos de Repúblicas parlamentarias con elecciones libres y de una minoría de “Repúblicas democráticas populares” de partido único. Sin embargo, el predominio de regímenes militares o la tendencia a ellos era lo que unía a los Estados del Tercer Mundo. Hacia la segunda mitad del siglo, los militares entraron cada vez más en la política. La política de los militares llenaba el vacío que dejaba la ausencia política, estaba en función de la inestabilidad y la inseguridad del entorno. Económicamente la mayoría de los habitantes no necesitaban del Estado ya que generalmente eran muy débiles para hacer algo, por lo que subsistían de la agricultura principalmente. Para poder alcanzar la modernidad y para mejorar su calidad de vida, en el caso africano, se comienzan a educar, manejar diferentes lenguas a los dialectos locales, entre otros. El conocimiento equivalía a poder. En el caso de América Latina, al estar más cerca de la modernidad y más alejada del colonialismo, el deseo de aprender era universal, ansias que a su vez explican en parte la gran migración del campo a la ciudad en los años 50. Por: Sandra Ramírez Párima
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Abril 2021
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