Fragmentando Emociones

Fragmentando Emociones

​Vi una película que me hizo entender un poco más allá de lo común con nuestros pensamientos y emociones, sin embargo, entender es una cosa y poner en práctica lo entendido es otra muy distinta.

A mi parecer solo existen dos emociones: el amor y el miedo, las demás derivan de estas dos principales, al igual que nuestros pensamientos. A simple vista no parece cierto, estoy seguro que muchos me cuestionarán esta teoría, pero cuando pensamos con miedo y lo sentimos, derivan la rabia, el dolor, el odio y nos dejamos llevar, de hecho ni analizamos nuestras acciones, sencillamente actuamos por inercia. En cambio, cuando hacemos lo mismo pero con amor, derivan la tranquilidad, la alegría, la estabilidad y somos más analíticos porque cuando nos empiezan a pasar cosas buenas las cuestionamos automáticamente pero cuando nos pasa lo contrario sencillamente decimos “sabía que esto pasaría” “siempre es lo mismo”.

Esto pasa por no saber distinguir las dos principales emociones que son las más importantes, no digo que sea fácil, pero distinguir entre nuestras emociones y lo que pensamos puede cambiar nuestra realidad del día solo con estar más atentos.

Nos convertimos en lo que pensamos.

Mírate en el espejo cinco minutos cuando te levantes y piensa en qué te quieres convertir.

Entre las emociones y los pensamientos

Culpamos a todo nuestro alrededor cuando ocurre algo que no nos gusta, pero estoy segura que eso que te ocurrió lo pensaste inconscientemente y lo creíste, porque el 95% de la población dice y piensa en lo que no quiere, en lo que no le gusta y en lo que no quiere para su vida; pero solo el 5% de la población dice lo que sí quiere, lo que sí le gusta y en lo que quiere para su vida.

¿Por qué? Porque nos dejamos llevar por las circunstancias y no por nuestra intuición, creemos que somos capaces de lograr un mejor cargo en el trabajo o de entrar en la universidad porque una persona no los dijo, pero no porque nosotros mismos lo pensamos, necesitamos ese empujoncito de los demás para que nuestro ego se sienta bien, pero es solo miedo del ego de no poder lograrlo, cuando el mayor poder lo tienes tú y no la persona que te lo dijo.

¡Cree en ti!  parece difícil, pero es más fácil creer en ti que hacer alguna otra cosa, no te limites, nuestra mayor fuente de vibración es la mente y muchos no lo saben, pero  que estás leyendo esto, por alguna causalidad lo sabes, puedes lograr todo lo que te propongas.

Y te propongo un reto, inicia el día pensando en lo que quieres lograr o sencillamente pensando en lo que sí te gusta, evita empezar una oración con el no y solo cámbialo por algún sinónimo. Cuando estés en un sitio o en alguna situación en la que no te guste, observa a tu alrededor y piensa lo que te gusta de ese sitio o de esa situación, al final del día te sentirás mejor y vibrarás con mayor frecuencia.

Por Andrea De Abreu @aadreabreu

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