El Almendro Malabar, o Terminalia Catappa, es un árbol frutal de la familia de las combretáceas. Puede alcanzar una veintena de metros de altura. Originario de Nueva Guinea, se ha naturalizado en muchas regiones tropicales.
Ecología
La especie originaria de Nueva Guinea se ha naturalizado en América tropical, India, sudeste de Asia, Indonesia, Filipinas, sur de China. También lo encontramos en las partes más profundas de las playas arenosas. Composición química Las hojas del Teminalia Catappa contienen diterpenos, triterpenos, flavonoides, compuestos fenólicos y taninos catéquicos. La raíz contiene flavonoides. La actividad hipotensiva de las hojas es controvertida, pero la actividad hepatoprotectora está confirmada. Diferentes usos El fruto contiene un solo hueso, muy duro, que contiene una almendra comestible de sabor muy delicado. En Vanuatu, el fruto del Almendro Malabar se come crudo. También se consume al pie del árbol, después de haber roto la cáscara con dos piedras. También se vende seco en los mercados urbanos. En Nueva Guinea se consume bastante poco. Algunas poblaciones de Zanzíbar se nutren de las hojas de Almendro Malabar. Otros usos del Almendro Malabar En Vanuatu, la madera sirve para fabricar piraguas o esculpir objetos artesanales. Se trata de un buen combustible y una buena madera para la carpintería. La corteza se suele utilizar para el tratamiento de la tos o de infecciones urinarias. En muchos países, la decocción de hojas está aconsejada para el tratamiento de la hipertensión arterial. Acuariofilia En acuariofilia, los criadores de peces disco asiáticos utilizan las hojas del Almendro Malabar por sus propiedades antisépticas. Desde entonces, esta práctica se ha extendido para la cría de peces disco. La hoja se introduce en el acuario y flota en la superficie, después se hunde liberando sus taninos. Las supuestas propiedades de estas hojas van desde el refuerzo de la inmunidad de los peces a la estimulación de la reproducción, pasando por la acidificación del agua y su poder antiséptico. Existe todo un procedimiento que conviene seguir a la hora de recoger estas hojas en la naturaleza y meterlas en el acuario. Hay que empezar por limpiarlas bien con agua clara, cepillarlas, y dejar que se sequen al sol uno o dos días. Se pueden conservar durante meses a temperatura ambiente, al resguardo de la luz y de la humedad. Post Patrocinado |
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Septiembre 2020
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