![]()
La comunicación es un poder, y como todo gran poder, este también conlleva a una gran responsabilidad.
Todos aquellos que hacen vida dentro de los denominados Mass Media o Medios Masivos de Comunicación, tienen consigo y para con la sociedad, un grado de responsabilidad única en su estilo, pues, es aquélla en donde la ética y la moral toman un rol importante por no decir también, único y fundamental.
La historia nos ha enseñado que la habilidad y capacidad racional del hombre puede ser usada para crear y desarrollar avances científicos y humanitarios que ayudan a la evolución de la sociedad en pro del bien común. Pero, toda moneda tiene su otra cara, es por esto que las mayores atrocidades de la historia han tenido detrás de ellas a personajes brillantes con altos niveles intelectuales quienes, usando sus dotes, cualidades y grandes conocimientos, han quedado marcados en la historia como altas lacras en el sentido etimológico de la palabra. Uno de los hechos más recientes de los cuáles todavía quedan sobrevivientes, fue la II Guerra Mundial (1939 – 1945). Joseph Goebbels, Ministro de la Ilustración Pública y Propaganda del Partido Nazi fue y sigue siendo uno de los personajes más emblemáticos de la historia de la comunicación, pues, fue él quien desarrolló los principios de la propaganda que actualmente se usan en numerosos rincones del mundo. Venezuela es el vivo ejemplo de los 12 principios de Goebbels, tema que tocaré en otro artículo. Ahora surge la siguiente hipótesis ¿La Segunda Guerra, de no haber sido por la propaganda, hubiese sido diferente? La respuesta es un rotundo NO. Gracias al poder comunicativo, manipulador y persuasivo que Hitler logró con toda Alemania y gran parte de Europa, fue gracias al control totalitario de los medios de comunicación orquestados por el mismísimo Joseph Goebbels. Si la información es controlada, entonces podrás controlar a la masa y usarla a tu propia voluntad. Prensa, radio, televisión y cine, todos estos ciento por ciento repletos y cargados de fuerte movimiento de propagandas que cultivaban el odio en toda una población, y más maligno aún, en la juventud. Lo más seguro es que el movimiento nazista se hubiese dado de todas formas pues estaba destinado a que eso sucediera, sin embargo, sin la propaganda, no hubiera ocurrido tal hecho atroz que dejó consigo a más de sesenta millones de muertos y con la casi aniquilación de toda la comunidad judía en el continente Europeo. Reiterando el punto inicial, la comunicación es un poder y todo poder conlleva a una responsabilidad. La historia es importante conocerla, para todo hombre y mujer, no importe su profesión o a qué se dedique, es importante saber de dónde se viene para saber a dónde se va.
Por: Jesús Alfonso Hernández
|
CATEGORÍAS
Todos
Archivos
Septiembre 2020
|