La Isla de Pascua o Rapa Nuí (“Rapa grande” enrapanui, su idioma oficial)se ubica en la Polinesia, en el medio del océano Pacífico.
Actualmente forma parte del territorio chileno y tiene una población de aproximadamente 5.100 habitantes. Según la tradición oral, la isla comenzó a ser poblada a partir del siglo VI y aunque no se tiene información precisa al respecto, lo cierto es que es un espacio geográfico con una historia muy interesante.
El nombre que recibe esta isla en nuestros días se debe a un explorador holandés: Jacob Roggeveen, quien arribó por accidente a esta tierra insular mientras iba en busca del Terra Australis, un continente imaginario con orígenes en la Grecia clásica que supuestamente equilibraba las tierras del Hemisferio Norte. 5 de abril de 1722 fue la fecha en la que Roggeveen llegó a la isla y dado que era un domingo de Pascua pues la bautizó con ese nombre. Sin embargo, no permaneció mucho tiempo en este lugar, los fuertes vientos y la escasez de recursos no se lo permitieron. Después de este acontecimiento transcurrieron casi 50 años para la llegada de otros extranjeros. Los siguientes en avistar fueron los españoles, quienes conquistaron la Isla de Pascua bajo la firma de un contrato durante el mandato del Rey Carlos III, lo cual no derivó en nada más de eso, dado que jamás regresaron ni ejercieron su dominio en este territorio. Este vacío de poder en la isla dio pie a invasiones y a la esclavitud de los habitantes por parte de países externos, de esta manera poco a poco se iba extinguiendo la cultura de los pascuenses; debido a las evacuaciones durante la época de esclavitud, para 1877 solo quedaban 111 nativos en la isla de un total de 14.000, razón por la que muchas de las tablillas RongoRongo (sistema de escritura pascuense) no han podido ser descifradas. Además, los habitantes de la Isla de Pascua no solo dejaron de construir los moais, sino que también destruyeron una gran cantidad de ellos. Los moaisson el elemento más representativo de la isla, unas esculturas de piedra de hasta 10 toneladas. Los pascuenses solían creer que el espíritu de sus ancestros tenía la capacidad de extender su poder sobre la tribu inclusive después de muertos, el moaies entonces una representación de estos antepasados, en este sentido, se ubicaban con vista hacia el pueblo para que pudiera protegerlo. Uno de los presuntos motivos de la destrucción de estas esculturas es la pérdida de la fe después de todos los acontecimientos ocurridos en la isla, ya los pascuenses no creían en la protección por parte de sus ancestros. Sin embargo, hay quienes indican que se debe a los enfrentamientos entre clanes por falta de comida, ya que se buscaba acabar con la protección del rival. Finalmente, Chile pasó a tener el poder sobre la Isla de Pascua, lo cual se logró de una manera injusta; el documento firmado en español indicaba la soberanía sobre la isla, mientras que el texto escrito en rapanui solo hacía referencia a protección. Es así como comienza otra trágica historia en este lugar, en donde alquilaron por 25 años la isla a una compañía que despojó a los nativos de su hogar. No fue sino hasta 1995 que la Isla Rapa Nuí comenzó a tener mayor acceso a recursos para su financiación y conservación, ya que fue ese el año en el que la UNESCO la declaró como Patrimonio de la Humanidad. Previo a eso, lo único que se había conseguido era la elección de un alcalde con el que se consiguió el reconocimiento de propiedad de las tierras a los pascuenses, evitando así futuros conflictos relacionados con invasiones. Actualmente, los habitantes de la isla mantienen ciertas costumbres de sus antepasados y tienen una economía basada en el turismo y la pesca. Cabe acotar que Santiago de Chile y Tahití son los dos únicos lugares que ofrecen vuelos hacia este destino.
Por: Ana Isabel Ramírez Fernández
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Septiembre 2020
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