
Estos serán los primeros Juegos Olímpicos celebrados en América del Sur. Oficialmente habían sido siete las ciudades que presentaron ante el Comité Olímpico Internacional su aspiración de ser anfitrión en este evento deportivo, pero, tras una primera etapa de evaluación, la lista fue reducida a cuatro ciudades: Chicago, Río de Janeiro, Madrid y Tokio.
La elección de Río de Janeiro, Brasil, marcó la primera vez en que dicho país ha sido designado como sede de los Juegos Olímpicos. Al igual que es la primera vez que se realizará un evento olímpico en un país lusófono, y la segunda en un país de Latinoamérica (siendo la primera edición en México en 1968).
La mascota olímpica, la cual es tradición, representa la fauna brasilera, es un animal amarillo de brazos azules con rasgos de mamífero. La historia creada para este personaje, es que nació de la alegría que el pueblo brasilero sintió cuando el Comité Olímpico Internacional eligió a Río como sede olímpica. El nombre elegido para la mascota oficial es Vinicius, en honor a Vinicius de Moraes (quien fue una figura importante en la música popular brasileña contemporánea).
A pesar de ser uno de los eventos más esperados del año, se ha visto envuelto en una gran cantidad de rumores. Desde especulaciones acerca de la factibilidad de su realización, hasta escándalos sobre las condiciones sanitarias (enfermedades tropicales como el Zika, entre otras) necesarias para garantizar la seguridad de los participantes.
Si bien lo último es un factor importante a tomar en consideración, no se puede negar que la anticipación del comienzo de este magno evento deportivo tiene al borde de la emoción a más de un fanático y atleta. Es por esto, que no se pierden las esperanzas con respecto a su realización.