Las hojuelas de maíz de Kellogg’s son un alimento que todos hemos comido así sea una vez en la vida y, nos guste o no, el cereal es considerado como un producto básico presente en cualquier hogar. El origen de los Corn Flakes de Kellogg’s es un tanto curioso. En 1890, los hermanos John Harvey Kellogg y Will Keith Kellogg trabajaban en el sanatorio de Battle Creek, en el estado de Míchigan, Estados Unidos. Los pacientes del sanatorio generalmente eran personas mayores a las que se les dificultaba mucho comer, por lo que los hermanos Kellogg constantemente experimentaban con el cereal para hacerlo más fácil para comer. En 1894, John y Will olvidaron un plato de trigo que estaban preparando y lo dejaron al aire libre por unos días. Cuando se dieron cuenta, la masa de trigo había quedado muy crujiente y fácil de romper por lo que decidieron picarla en pequeños trozos y dejarla un par de días más. Luego, hornearon los trozos y los sirvieron en un plato de cereal con un poco de leche. A esta creación la llamaron Granose. Este invento fue tan exitoso que los pacientes, luego de abandonar el sanatorio, pedían que les enviaran paquetes de Granose por correo. Se creó la empresa con el nombre de San Health Food. Posteriormente, Will decidió que no quería vender cereal por correo, sino que quería llenar camiones con Corn Flakes. Años más tarde la compañía cambió de nombre a Kellogg Company y abrió fabricas por todo el mundo. Gracias a la dirección y visión de Will, la empresa logró salir adelante durante la Gran Depresión y los hermanos Kellogg lograron obtener una inmensa fortuna. Por: Juan Andrés Otaola
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Septiembre 2020
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