Primero que todo para entrar en materia, la definición medico de shock es nada menos que el estado de cambio de la función celular del metabolismo aeróbico a un metabolismo anaeróbico. Como resultado de la suministración insuficiente de oxígeno, no pudiendo satisfacer la demande metabólicas del cuerpo. Cuyas manifestaciones se ven reflejadas en un pulso rápido, piel fría y pegajosa, tensión arterial baja, entre otros.
Claro la consecuencia de un shock es que puede matar a una persona, pero no inmediatamente, todo eso depende de las circunstancias y gravedad de la situación.
Por otra parte, la hipovolemia es la disminución de la sangre en el sistema circulatorio, debido a muchas causas como hemorragias, deshidratación posiblemente causadas por quemaduras. Los signos y síntomas de la persona es palidez, taquicardia y un pulso filiforme.
Si unimos las dos definiciones concluimos que el shock hipovolémico es el cese abrupto del suministro del oxígeno debido a la perdida de la sangre de una manera profusa. Siendo esta su principal causa. El shock hipovolémico es también muy común en cualquier accidente vehicular o en accidentes donde la persona sufra politraumatismos. Tomándose a la víctima como prioridad primaria a la hora de salvaguardar y estabilizar su vida.
Las causas más comunes son las hemorragias tanto interna como externa y quemaduras (por el daño máximo del flujo sanguíneo en el área afectada, causando una vasoconstricción, impidiendo a su vez el suministro del oxígeno a las células dañadas).
La taquicardia se da en el shock hipovolémico al existir la perdida de la sangre en la circulación, ya que el corazón es estimulado para aumentar el gasto cardiaco. A su vez el metabolismo anaeróbico se origina por medio del sistema nervioso simpático, liberando hormonas para constreñir los vasos sanguíneos, adecuándolo al volumen de líquido restante y la distribución de oxigeno es redirigido solo a los órganos más importantes (llamados también órganos diana por ser los que principalmente son afectados, entre ellos está el cerebro). Existe a su vez la hipoperfusión al no existir un volumen adecuado de líquido sanguíneo que corresponda a los estándares normales del corazón al bombear sangre.
Todos estos mecanismos de emergencia funcionan hasta cierto tiempo, solo es una medida para mantener a la persona con vida un tiempo determinado.
El shock hipovolémico también es categorizado dependiendo de la gravedad de la hemorragia, siguiendo los criterios ya establecidos para estas clases de shock.
- Hemorragia clase I: representa perdida de hasta 15% del volumen sanguíneo en el adulto (hasta 750 ml), la taquicardia es mínima y no hay cambios significativos en la tensión, presión del pulso o frecuencia de la respiración.
- Hemorragia clase II: presenta una pérdida de 15% a 30% del volumen sanguíneo (de 750 a 1500 ml). Los hallazgos clínicos incluyen el incremento de la frecuencia cardiaca, respiratoria y una reducción del pulso.
- Hemorragia clase III: representa una perdida de 30 a 40% de volumen de sangre (1500 a 2000 ml). Al alcanzar este punto, la mayoría de las personas ya no pueden compensar la pérdida progresiva de sangre y se presenta una hipotensión. Incluyen igualmente taquicardia, taquipnea (debido la falta de oxígeno) y ansiedad o confusión.
- Hemorragia clase IV: presenta una pérdida de más del 40% del volumen de la sangre (mayor de 2000 ml). Esta etapa de shock se caracteriza por una taquicardia marcada, taquipnea, letargo y disminución importante de la tensión arterial sistólica.
En conclusión, podemos decir que la rapidez con que una víctima entra en shock depende de la velocidad con que pierde sangre. Por ende, es fundamental y primordial de todo controlar el origen de la perdida.
@Eljaguar.993