El origami, o como suele llamarse en español: papiroflexia o cocotología, es un arte nacido en Japón, en cuyo idioma la palabra ori significa “plegar” y kami significa “papel”. Así pues, el arte del origami se refiere al arte de plegar papel. Consiste en la reinterpretación de imágenes conocidas por medio de un pliego de papel. Las posibles creaciones van desde básicas figuras geométricas o los típicos avioncitos de papel hasta naves espaciales incluyendo también a personajes ficticios de la cultura pop.
Se cree que con la invención del papel vino su plegado, según textos, el papel fue inventado en China por Cai Lun en el año 105. De ser así, el plegado de papel nace en China. Más adelante, en el siglo VI es introducido a Japón por monjes budistas. Es aquí donde se convierte en forma de arte, aunque también es considerado una disciplina.
Se ha descubierto que la práctica de este arte milenario es capaz de brindar virtudes que ayudan a atacar problemas como el estrés, déficit de atención, ansiedad y hasta problemas psicomotores. Cada parte del proceso para realizar una figura de papel influye positivamente en diferentes aspectos del ser humano. Algunas de sus virtudes son:
- Aumento de la concentración, pues se necesita prestar atención a los pasos a seguir en cada doblez y precisión para hacer correctamente los mismos.
- Desarrollo de la percepción espacial ya que se está transformando una figura bidimensional en algo tridimensional. Además, ejercita la memoria espacial al recordar hacia donde se dobla cada parte del papel.
- Favorecimiento de la coordinación motora al ser una actividad realizada con las manos y debido a la ya mencionada precisión requerida.
- Desarrollo de la paciencia y la perseverancia, porque para hacer una figura se necesita practicarla varias veces hasta obtener el resultado deseado.
- Fortalecimiento de la autoestima, pues la persona se siente satisfecha al obtener la figura deseada, haber finalizado es un reto cumplido.
- Estimulación de la creatividad, ya que existe gran variedad de figuras por hacer y cada día se crean nuevas, incluso la persona podría inventar una nueva. El seguimiento de diferentes patrones también pone a trabajar la abstracción lo que permite abrir la mente.
El origami se ha utilizado como forma de terapia ayudando a las personas con problemas psicológicos y motores. Al practicarlo con regularidad, pueden llegar a sentirse con mayor capacidad cognitiva y mayor facilidad para relajarse.
Existen diferentes modalidades del origami, algunas son:
- Simple. Requiere de pocos minutos y consta de un pliego de 15 x 15 centímetros.
- Contenedores. Toman la forma de pequeñas cajas.
- Modular. Consiste en un origami creado a partir de varias piezas pequeñas dobladas de manera triangular y posteriormente encajadas para formar la figura.
Esta es una alternativa sencilla y accesible para cualquiera. Es una forma de recreación y puede disfrutarse tanto individual como grupalmente.
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