Las marcas son como el documento de identidad de los productos, son su ADN por así decirlo. Estas deben ser construidas, y pensadas en las estrategias de marketing como cualquier otro elemento de la línea de producción.
Lograr el crecimiento de una marca y su posicionamiento en el mercado obliga a trabajar el doble para que la misma sea perdurable en el tiempo, debido a que esta acompañará a los productos que se decidan lanzar bajo este sello durante su permanencia en el mercado.
Ahora bien, las marcas para mantenerse buscan diferentes estrategias como influenciadores digitales, personalidades de proyección pública, atletas y también usan la estrategia de la responsabilidad social empresarial, que consiste en involucrar a la marca de manera activa en hechos sociales con propósitos de justicia asociados a valores positivos para la sociedad.
De esta forma, no todo parece ser tan sencillo, las marcas cuando eligen la estrategia de la responsabilidad social buscan alojar un sentimiento de cariño y amor por parte del consumidor, pero debe analizarse muy bien la decisión que se tomará ya que esto puede convertirse en una arma de doble filo.
Los temas sociales siempre son susceptibles al sentimiento y emotividad del receptor del mensaje por lo tanto su reacción ante nuestra estrategia puede ser impredecible, es por ello que estas estrategias son riesgosas pero al mismo tiempo excitantes, debido a que si se tienen éxito y son bien recibidas por el público (como recientemente sucedió con Mc Donalds al invertir su M y convertirla en una W en todos sus restaurantes para homenajear a las mujeres en su día), pueden hacer que la marca se revalorice.
Y si la marca cotiza en la bolsa de valores sus acciones se pueden beneficiar debido a que a muchos inversionistas les gusta una empresa que cuente con el aval de la población y que sea socialmente responsable.
De allí la importancia del análisis de las estrategias sociales, las mismas no deben ser tratadas como una estrategia de segunda, de hecho por ser un tema que toca los sentimientos de las personas deben ser muy bien manejadas, e incluso deben ser consultadas con expertos en materias sociales como psicólogos, sociólogos, entre otros, para no correr el riesgo de herir susceptibilidades que generen a la larga una campaña de desprestigio que perjudique su permanencia en el mercado.
En resumen las marcas:
1.- No tienen fecha de vencimiento.
2.- Su mantenimiento en los planes de medios y estrategias comunicacionales deben ser constantes.
3.- Antes de aventurarte en estrategias sociales debes ser bien asesorado.
4.- Salir de la zona de confort siempre es recomendable cuando todos los aspectos de la campaña se han analizado correctamente.
Finalmente las marcas no deben conformarse solo con ser adquiridas, sino que deben generar empatía con las personas para que estas no compren solo el producto sino que creen un lazo perdurable en el tiempo.
Por: María Belén Ramírez Morales
Twitter: @mbramirez77