![]() Partiendo de la definición establecida por Philip Kotler, un reconocido estadounidense especialista en mercadeo, el marketing, puede definirse como un proceso mediante el cual los grupos e individuos satisfacen sus necesidades y deseos a través de un intercambio de productos y valores. Para ello, se emplean diferentes técnicas, entre estas el marketing olfativo. Cuando se trata de publicidad, los profesionales apelan a los sentidos del consumidor; entre ellos destacan el visual y el auditivo, convirtiendo de esta forma al lenguaje audiovisual en uno de los más utilizados en el marketing. A través de vallas publicitarias, folletos, comerciales de televisión, pautas radiales y videos promocionales en internet, se intenta dar a conocer un producto o afianzar una marca en la mente del consumidor. Mientras tanto, otros optan por atrapar clientes a través de los olores, sin embargo, esto no lo hace menos efectivo. Martin Lindstrom, uno de los más grandes constructores de marca en el mundo, asegura que para lograr la distinción de una imagen corporativa se debe establecer una interacción con el público, lo cual se logra apelando a sensaciones menos exploradas, tal como el olfato, tacto o gusto. Así, la información sobre la marca o el producto se afianzará más en la mente del consumidor que cuando se utilizan los métodos convencionales, cada día más repetidos. En el mercado, la clave es innovar. Actualmente, existen diversas compañías que se encargan de producir y distribuir difusores de aromas con el objetivo de incidir positivamente en la decisión de compra de un producto, sin embargo, también tienen como finalidad mejorar el desempeño de los empleados en determinadas empresas. En consecuencia, varias marcas han optado por crear su propio odotipo, es decir, un olor específico que evoque la imagen de la empresa y que represente sus valores. Esta técnica de mercadeo ha ayudado a incrementar las ventas hasta en un 30% en distintas empresas. Abercrombie&Fitch, Bershka, Imaginarium y Blanco son algunas de las que han aplicado esta técnica. A continuación, algunos de los olores más empleados en el marketing olfativo, que, seguramente, has asociado con algún producto o servicio: vainilla, hierba, ámbar, limón, canela, parrilla artificial, carro nuevo, cotufas y café. En conclusión, puede decirse que los mensajes que apelan a los sentimientos, emociones y sentidos son los que mejor calan en el consumidor, en especial, aquellos dirigidos al olfato, debido a que el ser humano es capaz de recordar 35% de lo que huele, 5% de lo que ve, 2% de lo que oye y 1% de lo que palpa. Por: Ana Isabel Ramírez Fernández
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Abril 2021
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