Una persona que aspire a comunicarse políticamente y que desee que la comunicación sea efectiva debe estar consciente de que el mensaje es muy importante porque es la fórmula “mágica” que permite trasmitir información relevante de manera sencilla y con poco esfuerzo. El lenguaje simbólico apela generalmente a lo emocional y esto es lo que lo hace particularmente efectivo. Para que la comunicación sea buena, se deben seguir los siguientes pasos: 1. Saber lo que quiere la gente: para saber lo que quiere la gente se debe realizar investigación profesional. Solo una encuesta o estudios de profundidad podrán decir qué es lo que la gente verdaderamente piensa y siente, cuáles son sus problemas, sus esperanzas y qué piensan de la persona que les está hablando. 2. Tener estrategia: una vez que se ha realizado la investigación se puede desarrollar una estrategia. Primero una estrategia general, en la que se establezca lo que se quiere lograr y cómo se quiere lograr. Posteriormente, se debe definir la parte más importante de la estrategia: la estrategia de comunicación. De manera simple, la estrategia de comunicación contiene el mensaje. Qué se quiere decir, cuántas veces, a quién(es) y a través de qué medio. 3. Desarrollar un plan: el resultado de la estrategia es el plan. El plan contiene todos los elementos, en detalle: las acciones para cumplir los objetivos. Por ejemplo: ¿Cuántas ruedas de prensa? ¿Dónde? ¿Con quiénes? ¿Qué piezas? ¿Qué tipo de entrevistas? ¿Medios? Respaldo de otro voceros, entre otros. El plan tiene los tiempos y los costos. 4. Volver a investigar: una vez que se comienza a trabajar, se debe seguir investigando para evaluar los resultados obtenidos hasta el momento y ajustar el plan a los posibles escenarios si es necesario. Por: Juan Andrés Otaola
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Abril 2021
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