Si digo que este tema me ha preocupado desde siempre, entonces estaría diciéndote ya una mentira, pero, si te digo que es un problema que ha atosigado a la sociedad a partir de la creación de los medios de comunicación masiva, entonces sí, aquí tienes ya la primera verdad de todo esto.
Nos hemos convertido en una sociedad consumista, vacía en substancia en donde realmente lo que importa es la enorme cantidad de información que puedas leer en un día. Esto, en las antiguas civilizaciones, era solamente parte de la élite, el sueño de los académicos, de aquellos que añoraban la investigación e incluso con la habilidad de poder leer algún libro. Como podemos observar, ya eso hoy ha dejado de ser un beneficio para pasar a convertirse en toda una maldición. Somos esclavos de la información que nosotros mismos generamos, de las redes sociales creadas por el mismo hombre, presos de la constante manipulación del Gran Hermano. Quién diría que Orwell acertó en tantas realidades sin necesidad de perseguir el ideal comunista, no, ya eso no importa, las ideologías han muerto y lo único que importa es el poder. El control lo tienen los medios.
La sociedad ha estado en un constante decaimiento. Es increíble cómo, a pesar de toda la información libre que existe, cada vez perdemos menos nuestra libertad a escoger por una simple y sensata razón: no pensamos. ¿El criticismo desapareció? No me considero comunista, es más, el comunismo destrozó cada país que tocó, sin embargo, extraño un poco a la Escuela de Frankfurt o al menos lo que su legado dejó a las sociedades occidentales. ¿Por qué las personas no critican lo que consumen? Caemos en un profundo espiral del silencio sin retorno por un miedo a ser excluidos de la sociedad. A veces los refranes de las abuelas parecen estar más llenos de sabiduría y conocimiento que todos los escritos griegos. No caigas en la presión social, tú eres tú, porque fulano de lance de un puente, ¿tú lo harás? Increíble, pero un 90% de la masa lo haría bajo el control de sus propios miedos. Triste es pensar en cómo incluso esto ha afectado a las artes. El cine se ha sumergido en un nefasto decaimiento en todos los aspectos por culpa de las mismas audiencias que consumen todo lo que le vendan. Disney, Netflix, Amazon, Pixar, Google, Fox, Marvel, muchos nombres de ese Gran Hermano del que les hablo. El hombre es fuerte e inteligente, pero la masa es tonta y débil.
Por: Alfonso Hernández
@Fonsihh |
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Septiembre 2020
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