Las palabras coloquiales del venezolano tienen una historia bastante particular que merece la pena conocer; muchas de ellas provienen de vocablos en inglés o francés, otras, son expresiones que han evolucionado a lo largo del tiempo según el contexto social de cada época.
Lo cierto es que entre palabra y palabra existe algo más que una pausa; cada venezolanismo lleva consigo una anécdota que le ha permitido al venezolano significar momentos, sentimientos y cosas de su día a día.
A continuación, algunas de las expresiones más populares en Venezuela, con su respectivo origen: ¡Lava esos corotos, por favor! La palabra “coroto” data de aproximadamente 145 años. Tiene su origen en la época de Antonio Guzmán Blanco, quien poseía en su casa una apreciada colección de cuadros del pintor francés Jean Baptiste Corot. En consecuencia, les indicaba a sus empleados que tuviesen cuidados con los “Corots”; poco a poco la expresión se fue generalizando, con motivo de burla, para referirse a cualquier objeto de la casa. ¡Tengo ganas de comer una Reina Pepia’! La famosa arepa rellena con pollo, mayonesa y aguacate se llama de esta manera en honor a la reina de la belleza Susana Dujim; en el año 55, la arepera caraqueña “Los Hermanos Álvarez” fue visitada por la Miss Mundo venezolana de aquel entonces. Por lo tanto, la mamá de los dueños del negocio le preparó una arepa especial, bautizada “La Reina”, que llevaría por apellido “pepiada”, adjetivo de la época atribuido a las mujeres de curvas pronunciadas, tal como lo era Susana Dujim. ¡Estoy cansado, voy a echar un camarón! La expresión “echar un camarón” proviene de la época de las excavaciones petroleras en el país; cuando los capataces norteamericanos iban a dormir una siesta, se excusaban con los obreros venezolanos diciéndoles “I come around” (enseguida vuelvo). Posteriormente, los venezolanos asociaron la palabra “camarón”, debido a su parecido con la pronunciación de “come around”, como un sinónimo de “siesta”. ¡Esos niños están gozando un puyero en el parque! Este venezolanismo surgió hace aproximadamente 30 años, cuando en el país se le denominaba a la moneda de 5 céntimos “puya”; cada vez que a los niños se les daba este tipo de monedas para comprar chucherías, se decía que iban a disfrutar, o gozar, de un “puyero”. Con el paso del tiempo, esta expresión se convirtió en sinónimo de pasarla bien. ¡Tú le sí le echas pichón al deporte! Antiguamente, cuando no existían sistemas de distribución de agua en el país, esta se extraía de bombas manuales, para lo cual se requería de un esfuerzo físico. Dichas bombas tenían un letrero que decía “Push on” (presione), indicando que había que presionar la palanca para obtener el agua. Los venezolanos comenzaron a castellanizar el vocablo inglés, pronunciándolo como “pichón”, “echarle pichón” significaba entones “darle a la bomba”. Actualmente, la expresión se refiere a realizar un gran esfuerzo para lograr algo. A mí me gusta la ensalada con petipuá La palabra “petipuá” se utiliza para referirse a los guisantes y proviene de una deformación fonética de la palabra de origen francés “Petit pois”. ¿Me das la cola para ir a la fiesta? Para los extranjeros, esta expresión puede sonar un poco extraña, sin embargo, “la cola” es simplemente un sinónimo de “aventón” en ciertos contextos. El origen de este término proviene de la época de la independencia en Venezuela; aquellos soldados que andaban a pie, les pedían permiso a aquellos que cabalgaban en caballos, mulas o burros para agarrarse de las colas de los animales cuando subían por una pendiente, de esta manera hacían menos esfuerzo físico.
Por: Ana Isabel Ramírez Fernández
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Septiembre 2020
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