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Si existe una película que refleje mejor los principios humanos y naturales del comportamiento del hombre dentro de una sociedad, la indicada para esto es sin duda alguna El Señor de las Moscas, un metraje que te conducirá por los principios básicos sobre la filosofía aristotélica en cuanto al animal político y claro, todo lo referente a la persona humana y el bien común.
Basada en el libro del año 1954 del ganador al Premio Nobel de Literatura, William Golding, El Señor de las Moscas relata la trágica historia unos niños ingleses que, por motivos de una guerra, son evacuados en avión. Uno de los aparatos sufre una avería y cae al mar, cerca de una isla desierta. Los niños supervivientes llegan a la isla, llevando consigo al piloto, que está malherido. En tal circunstancia, no tendrán más remedio que organizarse si quieren sobrevivir.
El metraje arranca con los jóvenes ya náufragos del accidente aéreo buscando tierra firme. Entre la preocupación y la angustia por la horrible tragedia y la sensación de absoluta soledad en una isla completamente deshabitada, Ralph, uno de los mayores del grupo, es el primero en asumir el orden dentro del caos que los azota, señalando que deben establecer ciertas reglas básicas para así poder sobrevivir. En otras palabras, se comienza a desarrollar un sistema. Como elemento democrático en este nuevo sistema que comienza a surgir, Ralph usa a una caracola como instrumento simbólico de dicha ideología bajo la premisa de que quienes la tengan, tienen el derecho a hablar y que, cada vez que se suene, es para convocar a una asamblea. Resulta que durante toda la historia, el autor hace muchas referencias a ideales y pensamientos tanto de Aristóteles como del ilustrado suizo Rousseau, tomando como punto de partida el hecho de que El hombre por naturaleza es bueno, sin embargo, la sociedad lo corrompe. El Señor de las Moscas es una excelente película para explicar los principios básicos de la persona humana y de cómo el orden, la sociedad, la política, entre otros, son elementos intrínsecos de todo hombre. Sin ánimos de spoilear a los lectores quienes no han tenido la oportunidad de ver la cinta, cabe destacar que los puntos de giro de la trama son marcados por eventos importantes de la historia y ambos son arraigados por ciertos síntomas anárquicos. Película que a primera instancia parece sumamente sencilla pero que, si se le logra hacer un buen análisis y teniendo conocimientos básicos sobre política, filosofía, sociología y antropología cultural, es sin duda alguna, un obra que se disfruta de principio a fin por todas las interrogantes que se plantea. ¿Es el hombre malo por naturaleza? ¿Los sistemas corrompen a las sociedades? ¿La anarquía y sistemas autocráticos son los enemigos de la democracia?
Por: Jesús Alfonso Hernández Herrera
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Septiembre 2020
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