![]() Como es bien sabido, una selfie, es un autorretrato realizado comúnmente con un teléfono móvil, o una cámara digital. Lo que posiblemente no sea tan conocido, es la cantidad de accidentes asociados a la práctica de esta modalidad de fotografía. La obsesión por llevar esta moda a instancias cada vez más extremas, comienza a llamar la atención y a generar preocupación en el público en general, debido a que cada vez más, los jóvenes toman riesgos (innecesarios) para poder alcanzar la selfie perfecta para sus redes sociales. El Philippines Daily Inquirer, uno de los principales diarios de Filipinas, reportó hace algunos años que una adolescente de 19 años cayó 20 pisos mientras intentaba tomarse una fotografía sobre el techo de un edificio en Manila; El diario Indian Express en India, detalló también que tres estudiantes de medicina se ahogaron tras caer a un canal de irrigación, el accidente sucedió mientras se tomaban fotografías en la orilla del canal. Casos como estos abundan en la red, no es necesaria ni siquiera una investigación exhaustiva. Por lo que queda preguntarse, ¿Qué lleva a las personas a tomar tantos riesgos por una simple foto? Las respuestas a esta pregunta varían y dependen del enfoque que se le dé. Para muchos tiene que ver con un cambio social, lo que hace a las personas más propensas a aceptar estos nuevos riesgos como parte de una costumbre, mientras que, para otros, representa simplemente el crecimiento de una moda que eventualmente caerá en desuso, por lo que no valdría la pena ahondar en su comprensión como fenómeno social. Independientemente del punto de vista que se quiera usar, es importante resaltar, que no vale arriesgar y mucho menos perder la vida por un estado o un ranking en una red social. La recomendación, entonces, en este sentido es, mantener los límites y la cordura al momento de tomar selfies para documentar algún momento extremo o importante a lo largo de tu camino. Por: Sandra Ramírez Párima
|
CATEGORÍAS
Todos
Archivos
Septiembre 2020
|