El libro de Elizabeth Gilbert “Eat, Pray, Love” transforma. En esta trama la autora describe su experiencia en la búsqueda de la estabilidad en sí misma para poder afrontar las vicisitudes que en su vida atraviesa. Elizabeth Gilbert nació el 18 de julio de 1969, Connecticut. Vivió en una granja dedicada a la plantación de árboles de Navidad. Al carecer de electrodomésticos la familia leía literatura para distraerse, desde allí comenzó su amor por las letras.
“Comer, rezar, amar” es una crónica donde la autora revela su experiencia espiritual al viajar a varios países (Italia, India e Indonesia) donde descubre, en cada lugar que visita, algo de sí misma que le ayuda a comprender la importancia de cómo se afrontan las situaciones extraordinarias que tienden a desequilibrar el espíritu. La autora revela ser una mujer exitosa, con una carrera ejemplar, una buena pareja, comodidades en su hogar… luego de 8 años de matrimonio se da cuenta de que no puede seguir viviendo la apariencia de un matrimonio feliz y decide divorciarse. Durante este proceso de separación, se involucra con un joven actor con el que se identifica emocionalmente de manera fugaz. Sin embargo, al cabo de un tiempo vuelve a darse cuenta de que no puede establecerse en una relación amorosa y decide emprender un viaje en solitario para tener una relación emocional con ella misma. Primero visita Italia allí descubre lo que implica el buen comer. Comienza a experimentar la buena platica y lo que es poder establecer favorables relaciones personales sin tener la necesidad de arraigar alguna vida amorosa en el proceso. En Italia, aprende a fortalecer el cuerpo, a amarse a sí misma físicamente. En segundo lugar, visita la India allí se abre al camino de la meditación. Descubre el privilegio que ofrece la búsqueda espiritual. Comprende el poder de silenciar su mente y así obtener la paz interior que está buscando. El valor de soltar lo logra cuando inhala y exhala; sobre todo, el respeto a sí misma al perdonar y perdonarse. Por último, viaja a Indonesia donde encuentra el equilibrio entre el espíritu, alma y cuerpo. Esto lo obtiene a través del amor y el balance que le brinda dicha ofrenda. En este lugar pone en práctica lo aprendido en Italia y La India para poder sopesar su estabilidad, pero entendiendo que el desequilibrio que a veces produce el amor es parte del mismo equilibrio. No puedes dejar de leerlo. “El equilibrio es no dejar que nadie te quiera menos de lo que te quieres tú”. - Elizabeth Gilbert. Por: Geraldine A. Martínez M. Tw/Ig: Geramartinz |
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Septiembre 2020
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