Las personas alrededor del mundo están tomando conciencia sobre el impacto que tienen sus actividades diarias en el ambiente, que en muchos casos es negativo. Por esa razón ahora mismo existen muchos individuos que trabajan en pro del medioambiente para brindar soluciones sustentables y efectivas a las diversas problemáticas que aquejan al planeta. Una de las soluciones más destacables de este año, y que tiene lugar en América Latina, es la creación de una institución pública destinada a la educación y que además fomenta en sus métodos de formación los principios fundamentales de la ecología para causar un impacto positivo en las jóvenes mentes que allí se educan. Descubre más sobre este proyecto maravilloso a continuación.
Una escuela sustentable es el nombre que lleva este ambicioso proyecto que ya ostenta el título de ser la primera escuela pública de América Latina que es 100% sustentable. Está ubicada en Jaureguiberry, Uruguay, y uno de sus aportes principales es que ha incentivado a toda la comunidad de la zona a emplear un estilo de vida más sustentable. Mediante una política que fomenta el respeto y el cuidado de la naturaleza como fuente de sustento humano, el principal propósito de esta institución es motivar la participación en la re-utilización de materiales, el correcto aprovechamiento de los recursos naturales, la bio-construcción, el manejo de cultivos orgánicos, el uso racional del agua, y otras tantas áreas de acción basadas en los principios ecológicos.
Este proyecto nació gracias a la participación de una fundación sin fines de lucro uruguaya llamada Tagma, la cual cuenta con un equipo de profesionales y técnicos interesados en brindar soluciones ambientalistas a los problemas sociales latentes, como por ejemplo el acceso a una educación de calidad para todas las personas sin importar su situación socioeconómica. Su meta es lograr transformar la relación que existe entre el hombre y la naturaleza para que esta preste beneficios a todo el mundo. A Una escuela sustentable asisten aproximadamente 45 niños los que, entre otras cosas, reciben una educación destinada fomentar la sustentabilidad basándose en los valores de la ecología. Vale destacar que la formación que estos niños reciben es 100% gratuita. Con la ayuda de unos 200 voluntarios de más de 30 países se logró construir esta escuela en un periodo de 45 días. Toda la construcción tiene una superficie de 270 metros cuadrados y en su construcción se utilizaron un 60 % de materiales reutilizados (latas, cubiertas, botellas y cartón). Lo que Tagma quería lograr con esta edificación era un centro que fuera autosuficiente, por eso cuenta con un huerto orgánico propio, paneles de energía solar y hasta un sistema para recolectar y utilizar el agua de la lluvia. Los fundamentos de Una escuela sustentable se basan en estos 4 elementos: Orientación: se diseña pensando en una captación óptima de la luz y el calor solar. Reutilización de materiales Energías renovables: como la solar y del viento para el consumo doméstico. Estas hacen posible la construcción del Earthship en cualquier zona debido a su independencia de las redes de abastecimiento habituales. Instalación de sistemas de captación y almacenamiento de agua, así como el tratamiento de aguas residuales gracias a un sistema de filtros y drenajes. Iniciativas como estas rescatan la esperanza en la humanidad, y nos recuerda a todos que la educación juega el papel más importante en la resolución de las problemáticas que nos aquejan como sociedad y habitantes del planeta tierra. Esperamos que este proyecto sirva de ejemplo para los demás países no solo de América, sino del mundo y que se animen a invertir tiempo, esfuerzo y dinero en ideas como esta que deje un impacto positivo en el mundo.
Por: José Gregorio Morales Ramos
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Abril 2021
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