En la edición anterior, empezamos a hacer un breve recuento de la vida de Juana de Arco, personaje histórico de gran importancia, tanto para el feminismo, como para la historia cultural y política de Europa. Solo por ser miembro importante de la famosa Guerra de los Cien Años merece un apartado especial entre mis artículos, además, su figura sirvió como inspiración a la que es, por excelencia, mi película de Disney preferida. Sin más a lo que hacer alusión, propongo proseguir con la segunda parte del artículo. Por otra parte tras haber irrespetado la tregua el Duque de Borgoña ordenó a su capitán Juan de Luxemburgo a tomarla coactivamente, mientras que el lado francés comandado por Juana de Arco, decidió ir a defender la plaza. Para Scott (1974) es más que claro el hecho de que Juana de Arco desconocía el pacto que habían hecho Carlos VII y el Duque de Borgoña; por ende cuando le llegó la orden de retirada, se negó a aceptarla. Sin embargo también se comenta que 'el delfín' no tenía obligación de haberle comentado la decisión de la tregua momentánea, porque sencillamente Juana, pese a ser miembro importante del ejército del Rey francés, no pertenecía al consejo real. El ejército de la Pucelle se demoró más de lo esperado porque se detenían a saquear, por lo que fueron alcanzados y dominados. Por consecuencia de la actitud del ejército francés, existía el riesgo de que los borgoñones invadieran la ciudad, obligando a Guilleaume de Flavy a cerrar las entradas de la ciudad con el objetivo de capturar a Juana. Como era de esperarse este suceso contrajo unas consecuencias sociales de gran magnitud, del lado francés hubo un sin fin de manifestaciones pidiendo su libertad, lo que da a entender que se habían llevado a algo más que una mera comandante, sino a la persona que los representaba, una parte de ellos, una persona que se había encarnado en una sociedad; por el lado inglés hubo también expresiones emocionales, sólo que en este caso fueron gritos de venganza y aclamaciones de extrema felicidad; en la realeza sin embargo se culpó a los consejeros del Rey por haberla dejado fuera de la ciudad para que la capturaran y así compensar los sucesos de la plaza. No hay fuentes que confirmen tal acusación, pues Juana de Arco, y lo que representaba para la Guerra de los Cien Años era algo con mucha utilidad como para sacrificarla con tal facilidad; pero lo que sí puede decirse es que desde su captura cesó notablemente la destrucción inglesa, por lo que era necesario para el lado francés actuar, exhibiendo a Enrique VI como verdadero Rey de Francia, pese a no haber sido aún coronado, intentando neutralizar el impacto social que significaba tal pérdida. Lic. Sebastián Peláez Freites
@PelaezFreites |
CATEGORÍAS
Todos
Archivos
Septiembre 2020
|